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Relatos lesbicos

Recuperando los momentos perdidos. Cuando entramos, bailamos por un camino de besos, buscando la relatos lesbicos. Ella estaba pegada a la pared. Al final conseguimos llegar al dormitorio.

N unca tuve tanto miedo como esa tarde, cuando esperaba que mis padres llegaran y luego cuando tuve que enfrentarlos. La persona al otro lado no espero mi respuesta para entrar. Soy tu madre. Esta vez es mi madre quien suspira. No viste a esas chicas, no sabes….

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Era temprano y necesitaba arreglar mis cosas.

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Quiero tenerte entre mis labios, susurrarte con mi lengua a roces, no a voces. C uento R elatos. Ella desliza sus dedos por mi mejilla. Ella carraspea. Anulaba todas mis evasivas. No hay nada sobre ese incidente que yo no sepa. Yo estaba a punto de sucumbir al orgasmo sin que me hubiera tocado. Que es una estatua inanimada pero,. De nuevo somos atrapadas por beso que se niega a morir. Era mi poema favorito, mi obra predilecta, mi inferno, mi cielo y mi abismo. Eres lista.

Nunca pense que ver a dos mujeres juntas me excitara, menos que fueran mis hijas.. We may request cookies to be set on your device.

Oh, no, ya lo tengo. Entonces y sin previo aviso ella me besa. C uento R elatos. Soy tu madre. Uno no puede cambiar lo que ha sido toda su vida —me mira a los ojos— hay otras mujeres pero tu…. Soy audioprotesista. Se me escapaban gemidos desesperados, que ella atrapaba gozosa entre sus labios insaciables. Marcela se aparta. Suspirar sus versos, gimiendo por alcanzar el final del poema que empezaba en ella y nunca terminaba. Pongo los ojos en blanco. Quiero tenerte entre mis labios, susurrarte con mi lengua a roces, no a voces.

2 thoughts on “Relatos lesbicos

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